Las plantas
Las
plantas son organismos fotosintéticos multicelulares adaptados a la vida
terrestre. Entre sus adaptaciones están una cutícula cérea, poros a través de
los cuales intercambian gases, capas protectoras de células que rodean a las
células reproductoras y retención del esporofito joven dentro del gametofito
femenino durante el desarrollo del embrión.
Todas
las plantas parecen haber surgido de las algas verdes (división Chlorophyta). A
diferencia de los animales que claramente han colonizado la tierra firme
repetidas veces a lo largo de su evolución, la colonización de la tierra por
las plantas parece haber sido un evento único en la historia de la vida.
Las
plantas modernas se pueden clasificar en diez divisiones separadas. A partir de
un antecesor común, divergieron dos linajes principales: los briofitos y las
plantas vasculares.
La
mayoría de los briofitos carece de tejidos vasculares especializados y todas
carecen de hojas verdaderas, aunque el cuerpo de la planta se diferencia en
tejidos fotosintéticos, de almacenamiento, de alimento y de fijación. Aunque
los briofitos parecen haber cambiado poco en el curso de su historia evolutiva,
las plantas vasculares han sufrido una gran diversificación.
Las
principales tendencias que se observan en la evolución de las plantas
vasculares incluyen sistemas de conducción más eficientes, una reducción
progresiva en el tamaño del gametofito y la aparición de la semilla. Las nueve
divisiones de plantas vasculares pueden agruparse informalmente en las plantas
vasculares sin semillas (divisiones Psilophyta, Lycophyta, Sphenophyta y
Pterophyta) y las plantas con semilla. Las plantas con semilla pueden agruparse
en gimnospermas, o plantas con semillas desnudas (divisiones Coniferophyta,
Cycadophyta, Ginkgophyta y Gnetophyta) y las angiospermas, o plantas que tienen
semillas protegidas que dan flores (división Antophyta).
Entre
las plantas vasculares actuales sin semilla, los helechos (división Pterophyta)
son los más numerosos. Están caracterizados por hojas grandes, a menudo finamente
divididas, llamadas frondes.
Las
plantas vasculares con semilla comprenden las gimnospermas y las angiospermas.
Las gimnospermas modernas más numerosas son las coníferas.
Las
angiospermas se caracterizan por la flor y el fruto. Las flores atraen a los
polinizadores y los frutos facilitan la dispersión de las semillas. Las
angiospermas son las plantas predominantes del paisaje moderno que suministran
una diversidad de hábitat y alimentos para los animales terrestres.
Clasificación de las plantas
Las
plantas se pueden clasificar en dos grandes grupos: los briofitos y las plantas
vasculares.
Las
hepáticas, antoceros y musgos de la división Bryophyta son bastante diferentes
unos de otros y hay cierta duda acerca de si representan tres linajes distintos
derivados de la planta ancestral o ramificaciones posteriores de un linaje
surgido de ese antecesor.
Diversas
líneas de evidencia sugieren que cada una de las nueve divisiones de las
plantas vasculares § es monofilética, es decir que todos sus miembros
descienden de un antecesor común. Las plantas vasculares se agrupan
frecuentemente, por conveniencia, de manera que pueden o no reflejar relaciones
evolutivas. Por ejemplo, estas plantas como grupo a menudo se conocen como
traqueofitos. Pueden ser agrupadas en las que no tienen semillas (divisiones
Psilophyta, Lycophyta, Sphenophyta y Pterophyta) y en aquellas que tienen
semillas. Las plantas con semillas también forman dos grupos informales, las
gimnospermas y las angiospermas. Las gimnospermas son aquellas que tienen
semillas "desnudas", sin protección (divisiones Coniferophyta,
Cycadophyta, Ginkgophyta y Gnetophyta), en tanto que las angiospermas (de la
palabra griega "angio" que significa "vaso" -literalmente,
semilla en un vaso-) son, formalmente hablando, los miembros de la división
Anthophyita, las plantas que dan flores .
Clasificación de las plantas vivas
|
||||
Nombre informal
|
Taxón
|
Taxón
|
Nombre común
|
Número de especies estimado
|
No vasculares
|
División Bryophyta
|
Briófitos
|
16.000
|
|
Clase Hepaticae
|
Hepáticas
|
6.000
|
||
Clase Anthocerotae
|
Antoceros
|
100
|
||
Clase Musci
|
Musgos
|
9.500
|
||
Vasculares sin semilla
|
División Psilophyta
|
Helechos arcaicos
|
Varias
|
|
División Lycophyta
|
Licopodios
|
1.000
|
||
División Sphenophyta
|
Colas de caballo
|
15
|
||
División Pterophyta
|
Helechos
|
12.000
|
||
Vasculares con semilla Gimnosperma
|
División Coniferophyta
|
Coníferas
|
550
|
|
División Cycadophyta
|
Cicadáceas
|
100
|
||
División Ginkgophyta
|
Ginkgos
|
1
|
||
División Gnetophyta
|
Gnetofitas
|
70
|
||
Vasculares con semilla Angiosperma
|
División Anthophyta
|
Plantas con flores (angiospermas)
|
235.000
|
|
Clase Monocotiledóneas
|
Monocotiledóneas
|
65.000
|
||
Clase Dicotiledóneas
|
Dicotiledóneas
|
170.000
|
Las plantas vasculares: introducción
Rhynia
major, actualmente extinguida, es un ejemplo de las plantas vasculares más
antiguas que se conocen y su existencia se remonta a unos 400 millones de años
atrás. Su aspecto parece mucho más primitivo que el de un briofito. Sin
embargo, difería de los briofitos en un punto importante: dentro de su tallo había un cilindro central de tejido vascular, especializado en la conducción de
agua y sustancias disueltas hacia la parte superior del cuerpo.
Comenzando
con una planta vascular muy simple, tal como Rhynia, es posible seguir algunas
tendencias evolutivas principales, así como diversas innovaciones
fundamentales. Una innovación temprana fue la raíz, estructura especializada en
la fijación de la planta y la absorción de agua y nutrientes esenciales. Otra
fue la hoja, estructura especializada en la fotosíntesis.
Rhynia
major carecía de hojas y de raíces. Sus tallos aéreos, que eran fotosintéticos,
estaban unidos a un tallo subterráneo. o rizoma. Los tallos aéreos estaban
cubiertos con una cutícula y contenían estomas. Las estructuras oscuras en los
ápices de los tallos son esporangios, que aparentemente liberaban sus esporas
al escindirse longitudinalmente.
Uno
de los hechos más sorprendentes en la evolución de las plantas ha sido el
desarrollo de sistemas conductores cada vez más eficientes que comunican las
dos porciones del cuerpo de la planta, el vástago (que comprende el tallo y
las hojas) y la raíz.
El
sistema conductor en las plantas vasculares modernas consta de dos tejidos
diferentes: el xilema, que transporta agua e iones desde las raíces a las
hojas y el floema, que lleva sacarosa y otros productos de la fotosíntesis disueltos, desde las hojas a las células no fotosintéticas de la planta. Si
bien el transporte de estas sustancias es de vital importancia, el floema
también es empleado para el transporte a larga distancia -entre distintas
localidades de la planta- de muchas otras sustancias. De igual modo, el fluido
xilemático no está compuesto sólo de agua e iones, sino que contiene, con
frecuencia, sustancias orgánicas disueltas.
Los
elementos conductores del xilema son las llamadas traqueidas y los vasos.
Los elementos conductores del floema son las conocidas como células cribosas §.
Asociadas a estas células se encuentran las llamadas células acompañantes. En
los tallos, los cordones longitudinales del xilema y del floema corren
contiguos, ya sea en haces vasculares o dispuestos en dos capas concéntricas
(cilindros) en las cuales uno de los tejidos (típicamente el floema) está por
fuera del otro.
Con
el desarrollo de raíces, hojas y sistemas conductores eficientes, las plantas
"resolvieron" efectivamente los problemas más básicos con los que se
enfrentaban los organismos multicelulares fotosintéticos en tierra: adquirir
abastecimientos adecuados de agua y nutrientes, y distribuirlos entre todas las
células que constituyen el organismo.
Otra
tendencia pronunciada que se observa en la evolución de las plantas es la
reducción en el tamaño del gametofito. En todas las plantas vasculares y, a
diferencia de lo que hemos visto en los briofitos, el gametofito es más pequeño
que el esporofito. Sin embargo, en los representantes contemporáneos de las
plantas vasculares más primitivas, el gametofito está separado y es
nutricionalmente independiente del esporofito. En los grupos que han
evolucionado más recientemente -las gimnospermas y las angiospermas §- el
gametofito se ha reducido a un tamaño microscópico y a una condición de extrema
dependencia respecto del esporofito.
Relacionada
también con el ciclo reproductor, hay una tendencia hacia la heterosporia, es
decir, la producción de dos tipos de esporas. Las plantas vasculares más
primitivas producían sólo un tipo de espora (homosporia) en un tipo de
esporangio. A1 germinar, estas esporas típicamente producen gametofitos en los
cuales se forman tanto anteridios § como arquegonios. En las plantas que son
heterósporas, se desarrollan un gametofito que lleva los arquegonios y otro que
lleva los anteridios. A medida que los gametofitos se fueron reduciendo de
tamaño, los arquegonios y los anteridios también disminuyeron de tamaño, hasta
desaparecer completamente en las angiospermas. En las angiospermas, así como en
las gimnospermas, el gametofito masculino recibe el nombre de polen.
El
gametofito femenino, en tanto, produce células haploides contenidas en una
estructura denominada óvulo. El óvulo, en las plantas angiospermas, consta
del gametofito femenino y el tegumento (2n) que lo recubre. El óvulo fecundado
o semilla es una de las innovaciones más importantes que contribuyen a explicar
el enorme éxito de las plantas vasculares en tierra firme. La semilla es una
estructura compleja que contiene al esporofito joven, o embrión, rodeado de una
cubierta externa protectora, la cubierta seminal. Esta cubierta, que deriva de
tejidos del esporofito materno, protege al embrión mientras éste permanece
latente, a veces durante muchos años, hasta que las condiciones sean favorables
para su germinación. Las semillas más tempranas que se conocen se fosilizaron
en depósitos del Devónico superior, hace aproximadamente 360 millones de años.
Las plantas vasculares sin semillas
Hay
cuatro divisiones de plantas vasculares sin semillas que tienen
representantes vivos: las Psilophyta (helechos arcaicos), las Lycophyta
(licopodios), las Sphenophyta (colas de caballo) y las Pterophyta (helechos),
el grupo más grande. Muchas de ellas ya estaban presentes en el perído
Carbonífero.
De
acuerdo con el testimonio de los fósiles, los helechos aparecieron hace unos
350 millones de años, y todavía son relativamente abundantes. La mayoría de las
12.000 especies vivientes se encuentran en los trópicos, pero muchas existen
también en regiones templadas y aun áridas. Dado que sus espermatozoides § son
flagelados y necesitan de agua libre para la fecundación, las especies que
viven en regiones áridas explotan la aparición estacional de agua para la
reproducción sexual.
Los
tallos de los helechos no son habitualmente tan complejos como los de las
gimnospermas y angiospermas, y a menudo se reducen a un rizoma. Aunque
los helechos no poseen crecimiento secundario, es decir, el tipo de crecimiento
que da como resultado un aumento de la circunferencia y la formación de corteza
y tejido leñoso, algunos alcanzan una gran altura.
Las
hojas o frondas de los helechos frecuentemente están finamente divididas en
folíolos o pinnas. Caracterizadas por una alta relación superficie a volumen,
estas hojas divididas, muy desplegadas, son colectores de luz muy eficientes.
Los helechos están bien adaptados a crecer en las condiciones de luz difusa que
impera en el suelo de los bosques. Los esporangios comúnmente se disponen en la
superficie inferior de las hojas o, a veces, en hojas especializadas. Las hojas
que traen esporangios se llaman esporofilos. Los esporofilos pueden asemejarse
a las otras hojas verdes de la planta o pueden ser tallos no fotosintéticos
(hojas modificadas). Los esporangios de los helechos comúnmente se presentan en
pequeños grupos conocidos como soros.
a) El
helecho Psilotum, uno de los dos géneros vivos de la división Psilophyta. Las
estructuras bulbosas son los esporangios, que aparecen en grupos fusionados de
a tres. Estos helechos arcaicos son únicos entre las plantas vasculares
actuales por carecer de hojas y raíces. Sin embargo, si se mira con
detenimiento, se distinguen unas pequeñas emergencias en forma de escamas
debajo de los esporangios. b) Los licopodios, helechos del género Lycopodium,
son los miembros más comunes de la división Lycophyta. En este género, los
esporangios son llevados en hojas especializadas, los esporofilos, que se
agrupan formando un cono en el ápice (parte superior) de las ramas, como se
muestra en este Lycopodium clavatum. Las esporas céreas, transportadas por el
viento, originan pequeños gametofitos § subterráneos independientes. Los que
son biflagelados, nadan hasta el arquegonio, donde se produce la fecundación y
se desarrolla el esporofito § joven, o embrión. c) Los colas de caballo,
división Sphenophyta, de los cuales hay un sólo género vivo (Equisetum ) se
reconocen fácilmente por sus tallos articulados y finamente estriados, que
contienen sílice. En cada nudo hay un círculo de hojas pequeñas, en forma de
escamas. Las estructuras que llevan esporas se agrupan en un cono en el ápice
del tallo. Los gametofitos son independientes y los espermatozoides son
espiralados y poseen numerosos flagelos. d) Un helecho real. Los helechos,
división Pterophyta, son las plantas sin semillas más abundantes.
En
los helechos, como en todas las plantas vasculares vivientes, la generación
dominante es el esporofito.
En
los esporangios (a la derecha), se producen, por meiosis, las esporas
haploides, que luego son liberadas.
De las esporas se desarrollan gametofitos haploides. En muchas especies, los gametofitos tienen sólo unas pocas capas de
células y adoptan una forma similar a un corazón, como se muestra aquí (parte
inferior). De la superficie inferior del gametofito aparecen filamentos, los
rizoides, que penetran en el suelo. En la superficie inferior del gametofito
hay arquegonios, estructuras con forma de botella, que contienen las gametos
femeninos y los anteridios, que contienen a los gametos masculinos. Cuando los
gametos masculinos maduran y hay un aporte adecuado de agua, los anteridios se
rompen y los gametos masculinos, que tienen numerosos flagelos, nadan hasta los
arquegonios y fecundan a los gametos femeninos. Del cigoto se desarrolla el
esporofito diploide (2n), que crece del arquegonio, contenido en el gametofito.
Después que el joven esporofito se arraigó en el suelo, el gametofito se
desintegra. El esporofito madura, desarrolla esporangios, en los cuales ocurre
la meiosis y así comienza nuevamente el ciclo.
Plantas con semillas
Las
plantas con semillas § existían ya cerca del final del período Carbonífero. Por
entonces, y de acuerdo con el registro fósil, la exuberante vegetación estaba
dominada por helechos y licopodios arborescentes de gran tamaño.
Durante
el período Pérmico, las gimnospermas se diversificaron. Cuatro grupos de
gimnospermas tienen representantes vivos: tres divisiones pequeñas
-Cycadophyta, Ginkgophyta y Gnetophyta- y una división grande y familiar para
todos nosotros -Coniferophyta-. Las coníferas ("portadoras de conos")
incluyen a los pinos, abetos, piceas, Tsuga del Canadá, juníperos, alerces y
araucarias de Argentina y Chile, así como las secuoyas gigantes de California y
Oregon.
Encephalartos
Woodii, una cicadácea (división Cycadophyta) procedente de África. La mayoría
de las cicas son raras. Esta especie, que se encuentra en peligro de extinción,
se ha salvado debido a que muchos rebrotes de una planta progenitora se
encuentran a buen resguardo en varios jardines botánicos del mundo.
Hojas
y semillas carnosas del Gingko biloba la única especie sobreviviente de las
Gingkophyta, un linaje que data del Paleozoico superior. Gingko es
especialmente resistente a la contaminación del aire y comúnmente se cultiva en
parques urbanos y a lo largo de las calles de la ciudad. La cubierta carnosa de
semillas tiene un olor pútrido semejante a la manteca rancia. Sin embargo, la
"almendra interna de la semilla", que tiene un sabor a pescado, es un
manjar muy apreciado en el Oriente.
Rama
de conífera, del pino Ponderosa (también llamado pino amarillo del oeste), con
un cono femenino. Cuando el cono madura, se abre y libera sus semillas aladas
(en la figura se observan dos semillas que han quedado atrapadas entre las
escamas). Al igual que otros pinos, el Ponderosa tiene hojas aciculares -en
forma de aguja- flexibles, que se mantienen juntas en un haz. El pino
Ponderosa, uno de los principales árboles de los bosques de las Rocosas, desde
Canadá a México, es un pilar para la industria maderera del noroeste de América
del Norte y otras partes del mundo.
Una
gran planta productora de semillas, Welwitschia mirabilis, un gnetófito
(división Gnetophyta), que crece en el desierto de Namibia de África
meridional. La Welwitschia produce solamente dos hojas adultas, que continúan
su crecimiento durante toda la vida de la planta. A medida que el crecimiento
continúa, las hojas se rompen en los extremos y se escinden a lo largo. Así,
las plantas más viejas parecen tener numerosas hojas.
La
semilla es una estructura protectora por medio de la cual los embriones §
pueden dispersarse y permanecer latentes hasta que las condiciones se tornen favorables
para su supervivencia. Así, sus funciones se asemejan a las esporas de las
bacterias o a los cigotos resistentes de las algas de agua dulce. Si bien
existe esta superficial similitud, la estructura de las semillas es mucho más
compleja. Una semilla incluye el embrión (el esporofito latente, joven), una reserva de tejido
nutritivo y una cubierta protectora externa.
En
las plantas con semillas, la generación del gametofito se reduce aún más y depende
totalmente del esporofito.
Todas
las gimnospermas son heterósporas y producen dos tipos diferentes de esporas §
en dos tipos diferentes de esporangios. Las esporas que originan los
gametofitos masculinos se conocen como micrósporas y se forman en estructuras conocidas como
microsporangios. Las esporas a partir de las cuales se desarrollan los
gametofitos femeninos, se conocen como megaspora y se forman en los
megasporangios. Un megasporangio contiene una sola célula madre de la megaspora,
que origina, por meiosis, a una megaspora, y está rodeada por una o dos capas
de tejido, el tegumento.
Las
estructuras reproductoras son los conos, dentro de los cuales se forman las
esporas sobre las escamas. Las microsporas se desarrollan a partir de las
células madre de las microsporas y las megasporas, a partir de las células
madre de las megasporas. Las microsporas desarrollan granos de polen, que son
gametofitos masculinos inmaduros. Dentro de los óvulos, las megasporas
desarrollan un gametofito femenino; cada gametofito femenino contiene varios
arquegonios, cada uno con una ovocélula. Aunque más de una ovocélula pueda ser
fecundada, habitualmente sólo se desarrolla completamente un embrión en cada
gametofito femenino. Los gametos masculinos inmóviles son llevados al
arquegonio por el tubo de polen, y la ovocélula es fecundada. Después de la
fecundación, el óvulo madura formando la semilla; la semilla consiste en el
esporofito embrionario, que rodea al tejido nutritivo del gametofito femenino y
una cubierta externa derivada de las capas protectoras (tegumento) del óvulo.
Cuando la semilla madura, el cono se abre y libera las semillas aladas que
germinan produciendo la plántula. Ambos tipos de conos se desarrollan en el
mismo esporofito maduro.
Los
granos de polen son gametofitos masculinos inmaduros que completan su
maduración cuando alcanzan los óvulos incluidos en los conos femeninos. Allí
producen tubos de polen que transportan los gametos masculinos inmóviles a las
ovocélulas.
Los
gametofitos femeninos se desarrollan en óvulos en la base de una escama del
cono, y las ovocélulas son fecundadas allí. Cada escama contiene dos óvulos.
Cuando las semillas maduran, caen del cono.
Las
capas externas, es decir, el tegumento del óvulo se han endurecido y forman una
cubierta seminal que encierra al gametofito femenino y al embrión, que ahora
consiste en una raíz embrionaria y varias hojas embrionarias, los cotiledones.
Cuando la semilla germina, la raíz emergerá de la cubierta de la semilla y
penetrará en el suelo. Cuando la raíz absorbe agua, los cotiledones fuertemente
compactados se alargarán y se hincharán con la humedad, surgiendo por encima de
la superficie del suelo sobre el tallo que se alarga y se desprenderán de la
cubierta de la semilla. Durante este período, los cotiledones absorben
nutrientes almacenados en el tejido del gametofito, que son esenciales para el
desarrollo del embrión en una plántula.
Se
cree que las angiospermas -plantas con semillas encerradas y protegidas-
evolucionaron a partir de un grupo actualmente extinguido de gimnospermas.
Aparecieron en el registro fósil § en abundancia durante el período Cretácico,
hace unos 120 millones de años, cuando los dinosaurios estaban en su apogeo.
El
momento en que se originaron las angiospermas es aún objeto de debate.
Las
angiospermas tienen dos estructuras nuevas interrelacionadas, que las
distinguen de todo el resto de las plantas: la flor y el fruto. Ambas estructuras están
relacionadas con la reproducción y dispersión de las plantas.
Se
conocen aproximadamente 235.000 especies de angiospermas. Dominan las regiones
tropicales y templadas del mundo, ocupando más del 90% de la superficie vegetal
de la Tierra. En la actualidad, las angiospermas incluyen no sólo a las plantas
con flores conspicuas, sino también a los grandes árboles de madera dura, a
todos los frutales, hortalizas, hierbas, y a los granos y forrajes que son
componentes básicos de la dieta humana y la base de la economía agrícola de
todo el mundo. Estas plantas tremendamente diversas se clasifican en dos
grandes grupos: la clase de las monocotiledóneas y la clase de las
dicotiledóneas. Entre las monocotiledóneas se encuentran plantas tan familiares
como los pastos (gramíneas), lirios, iris, orquídeas, espadañas o totoras, y
palmeras. Las dicotiledóneas incluyen muchas de las hierbas, casi todos los
arbustos y árboles (excepto las coníferas) y muchas otras plantas.
Principales
diferencias entre las monocotiledóneas y las dicotiledóneas
Características
|
Monocotiledóneas
|
Dicotiledóneas
|
Piezas florales
|
Habitualmente tres
|
Habitualmente cuatro
o cinco
|
Granos de polen
|
Con un surco o poro
|
Con tres surcos o
poros
|
Cotiledones
("hojas seminales")
|
Uno
|
Dos
|
Nervadura de las
hojas
|
Haces vasculares
principales, por lo general paralelos
|
Haces vasculares
principales por lo general reticulados
|
Haces vasculares en
el tallo joven
|
Dispersos
|
En un anillo
|
Crecimiento
secundario (leñoso)
|
Ausente
|
Habitualmente
presente
|
Las
flores son estructuras reproductivas especializadas en las que se lleva a cabo
la reproducción sexual. En las flores se forman las semillas y, a partir de
éstas, se desarrollan los frutos.
Algunas
flores tienen solamente estructuras masculinas, otras solamente femeninas; se
dice que tales flores son imperfectas. Una flor que posee estambres y carpelo,
como ésta, se conoce como flor perfecta. Los pétalos y los sépalos, al igual
que los estambres y el carpelo, son hojas modificadas.
Los
granos de polen producidos en las anteras son usualmente transportados al
estigma de otra flor, donde germinan, desarrollando tubos de polen que crecen
a través del estilo hacia el óvulo.
Durante
el ciclo de vida de una angiosperma, dentro de la antera de la flor, las
células madres de las microsporas se dividen meióticamente originando, cada
una, cuatro microsporas haploides. El núcleo de cada microspora se divide luego
mitóticamente y la microspora desarrolla un grano de polen bicelular, que es un
gametofito masculino inmaduro. Una de las células se divide posteriormente otra
vez, habitualmente después del desarrollo del tubo polínico, dando como
resultado tres células haploides por grano de polen: dos gametos masculinos
inmóviles y la célula generadora del tubo polínico.
Dentro
del óvulo, una célula madre de la megaspora se divide meióticamente y forman
cuatro megasporas haploides. Tres de las megasporas se desintegran; la cuarta
se divide mitóticamente, da lugar a el saco embrionario -el gametofito
femenino- que consiste en siete células con un total de ocho núcleos haploides
(la célula central grande contiene dos núcleos, los núcleos polares). Una de
las células más pequeñas, que contiene un solo núcleo haploide es la ovocélula.
El polen germina sobre el estigma, produciendo un tubo de polen que crece a
través del estilo hasta el ovario. El tubo de polen en crecimiento penetra en
el óvulo a través de una pequeña abertura conocida como micrópilo. Los dos
gametos masculinos inmóviles pasan a través del tubo al saco embrionario; el
núcleo de un gameto masculino fecunda a la ovocélula. El otro se fusiona con
los núcleos polares, formando una célula triploide (3n) que se desarrolla en un
tejido nutritivo, el endosperma. El embrión pasa por sus primeras etapas de
desarrollo mientras se encuentra aún dentro del ovario de la flor, el ovario
mismo madura y se transforma en fruto. La semilla, liberada del esporofito
materno en estado latente, germina finalmente formando una plántula.
Las
principales tendencias en la evolución de las flores incluyen la reducción y
fusión de las piezas florales, un cambio en la posición del ovario con relación
con las otras partes de la flor hacia una posición más protegida (inferior) y
un cambio de la simetría radial § a bilateral §. Además de la flor y el fruto,
un tercer factor en el éxito de las angiospermas fue la producción de
sustancias químicas de mal sabor o tóxicas que desalientan las depredaciones
por animales forrajeros.
El papel de las plantas
Las
únicas formas de vida sobre la Tierra que no dependen de las plantas para su
existencia son unos pocos tipos de procariotas y protistas autótrofos. Para
todos los otros organismos terrestres, el cloroplasto § de la célula vegetal es
el "ojo de la aguja" a través del cual se canaliza la energía solar a
la biosfera. Aun aquellos animales que comen sólo a otros animales, los
carnívoros §, no podrían existir si su presa, o la presa de sus presas, no se
hubiera nutrido de plantas. Además, las plantas son los canales mediante los
cuales muchas de las sustancias inorgánicas simples, esenciales para la vida,
entran en la biosfera. El carbono, en forma de dióxido de carbono, es tomado de
la atmósfera e incorporado a compuestos orgánicos mediante la fotosíntesis.
Los
elementos tales como el nitrógeno y el azufre son tomados del suelo en forma de
compuestos inorgánicos simples e incorporados a proteínas, vitaminas y otros
compuestos orgánicos esenciales dentro de las células vegetales verdes. Los
animales no pueden fabricar estos compuestos orgánicos a partir de materiales
inorgánicos y, por lo tanto, dependen enteramente de las plantas para obtener
estos compuestos, así como para su abastecimiento de energía.
Fue
solamente después de que las plantas hubiesen invadido exitosamente la Tierra,
que los miembros de varios diferentes grupos de animales pudieron, a su vez,
llevar a cabo sus propias invasiones de este vasto nuevo ambiente. Tanto los
invertebrados como los vertebrados experimentaron una gran diversificación
cuando aprovecharon la variedad de hábitat y reservas alimenticias puestas a su
disposición por las plantas.
Analicemos el vídeo sobre importancia y beneficios de las plantas disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=GRuv6NmBQuY
Analicemos el vídeo sobre importancia y beneficios de las plantas disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=GRuv6NmBQuY